El perverso sistema de capacitación y ascenso docente

Son dos o tres grupos “privados” en toda la provincia. Cuentan con total apoyo del Consejo General de Educación (CGE) y, en algunos lugares, también se alían con seccionales gremiales. En este informe, qué hay detrás del sistema de capacitación y asenso que tiene de rehenes a miles de docentes entrerrianos.

Edificio del Consejo General de Educación.
Los educadores se ven obligados a pagar cursos para conseguir mejores condiciones laborales.


A la Redacción de la revista Análisis Digital llegó una denuncia anónima. Alguien contó que “dos o tres grupos están repartiéndose la torta de capacitaciones docentes en la provincia”. Esa afirmación es parcialmente verdadera. No todas las capacitaciones que están destinadas a educadores en Entre Ríos son iniciativas privadas. Pero sí un buen porcentaje de ellas. 


Incluso, una fuente extraoficial del propio CGE se animó a arriesgar una proporción: “Entre un 20 y un 30 por ciento de la oferta de capacitaciones docentes son iniciativas de asociaciones o fundaciones, grupos privados que no tienen que ver orgánicamente con el CGE y que cobran mucho dinero a cada docente por curso”.



Pero el conflicto no anida ahí. El problema es que algunas capacitaciones privadas están otorgando más puntaje del que corresponde por resolución. Entonces, los docentes pagan para sumar puntos lo más rápido posible y ascender en el orden de méritos. Más temprano que tarde, eso redundará en mejores condiciones laborales: lograr la titularización y estabilidad, mejor salario, mejor ambiente laboral, cargo, entre otras condiciones.


¿Pero por qué se dice que algunos cursos otorgan más puntaje del que corresponde?


El valor asignado a una capacitación está regulado acabadamente por el Consejo de Educación. Todo proyecto, sea de iniciativa privada o estatal, debe atravesar y superar una serie exhaustiva de requisitos y condiciones. Es decir, la cantidad de horas de cursado y si tiene o no examen, entre otras. La evaluación de esas condiciones, realizada en el CGE, resultará en la asignación de un valor final a la certificación. 


A modo de ejemplo, puede decirse que el certificado de un curso de dos encuentros y cuatro horas de cursado, debe tener un puntaje asignado de 0,20, según la normativa 1000 del año 2013 del CGE.


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