El Vaticano cerró una congregación religiosa creada por el cura salteño Agustín Rosa Torino

Se trata del Instituto religioso de derecho diocesano Hermanos Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, cuya sede principal está en Salta, investigado por lavado de dinero y presunto vínculo con el narcotráfico.

Rubén Agustín Rosa Torino está acusado por tres ataques sexuales. Ahora intentan determinar si tiene vínculo con el Cartel de Sinaloa.
El sacerdote que está siendo investigado por la justicia de Salta acusado de varios casos de abuso sexual agravado, sumará también una pesquisa en la justicia federal por supuesto lavado de activos y narcotráfico, ya que esos delitos son de su competencia. 


Se trata del sacerdote Rubén Agustín Rosa Torino, fundador del Instituto de los Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, suspendido en el ejercicio de su ministerio religioso e intervenida su orden en 2015 por El Vaticano.

Rubén Agustín Rosa Torino 

La intervención de la justicia federal se producirá luego de que la fiscal penal 3, Verónica Simesen de Bielke, de la Unidad de Graves Delitos contra las Personas, solicitó al fiscal penal federal de turno que inicie una investigación de oficio tras la difusión en el sitio web de la señal TN de un informe periodístico con testimonios de ex integrantes de la orden religiosa que afirmaban que esta recibió dinero del Cartel de Sinaloa que lideraba El Chapo Guzmán.


“Ex religiosos (de su comunidad) confirmaron que el cura Agustín Rosa los obligaba a transportar dólares desde México a la Argentina, ya que el capo narco iba a pagar la reparación del techo de un convento”, dice el informe de la periodista Miriam Lewin que disparó la investigación de la justicia federal. Agrega que un ex integrante que vivió en México, donde esa comunidad tiene varias sedes, que miembros del Cartel de Sinaloa les pedían a Rosa y sus curas que bendijera los operativos importantes.


Joaquin "El Chapo" Guzman.

Al abundar en su testimonio, ese ex integrante relató: “Un señor estuvo a punto de hacernos el techo de un convento que se vino abajo por una lluvia. Lo que nos iba a regalar era una locura: la reparación entera salía 50 mil dólares. Un día nos iba a entregar la plata y el anterior lo detuvieron. Ahí me enteré que el señor, que tenía visto porque venía a la iglesia y las monjitas lo conocían era nada menos que el Chapo Guzman”, agregó.


El chapo Guzman 

El 1° de junio siguiente fue enviado al mismo Dicasterio el informe de una investigación preliminar. Evaluadas las cosas y consideradas las investigaciones ya realizadas, el 17 de julio de 2015 la Congregación decidió nombrar un comisario pontificio para el Instituto, en la persona de monseñor Luis T. Stöckler, obispo emérito de Quilmes. 



Con posterioridad, el 1° de julio de 2017, la Santa Sede designó como nuevo comisario pontificio a monseñor Martín de Elizalde OSB, obispo emérito de Nueve de Julio. 


Ambos comisarios pontificios han escuchado al fundador, a los miembros del Instituto, a los obispos interesados y a quienes de alguna manera han estado en contacto con el Instituto. 


El documento subraya que toda la documentación fue objeto de un profundo estudio y consideración de parte de la Sede Apostólica. La congregación examinó todos los informes, la conducta del fundador y la de numerosos miembros. 


Asimismo, evaluó las dificultades encontradas para la formación humana y espiritual de los miembros y ha tenido en cuenta la situación institucional fuertemente comprometida. 


Finalmente, examinó con cuidado las posibles soluciones y la necesidad de proceder con urgencia para proteger el bien de las personas y evitar más daño a la comunidad eclesial y a la vida consagrada. 


Al cabo de este itinerario, la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, de acuerdo con el can. 584 del Código de Derecho Canónico, dictó el Decreto que dispone la supresión del Instituto religioso de derecho diocesano Hermanos Discípulos de Jesús de San Juan Bautista. 

Papa Jorge Mario Bergoglio
El documento añade que, dada la delicadeza y complejidad del caso, con el fin de que todo se haga con justicia y caridad, para implementar la decisión tomada, designó como delegado pontificio a fray Carlos Alfonso Azpiroz Costa OP, arzobispo de Bahía Blanca, con todas las facultades necesarias y apropiadas para el desempeño de la tarea recibida de acuerdo con lo que prescriben las normas canónicas.

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