Mayor probabilidad de ocurrencia para La Niña

Desde hace varios meses los modelos meteorológicos de largo plazo vienen observando una tendencia de descenso térmico del agua sobre el Pacífico central. Esto ha incrementado la probabilidad de que se concrete un evento, "La Niña", durante la primavera.



La temperatura de la superficie del mar sobre el Pacífico central se mantiene por debajo de lo normal, potenciando la probabilidad de un evento La Niña a partir de la primavera.



El principal factor para determinar el tipo de escenario de ENOS (El Niño Oscilación del Sur) es la anomalía de temperatura de la superficie del mar en el Océano Pacífico tropical. 

Al presentarse con más de 0,5ºC por encima de los valores promedios, se determina un evento El Niño, mientras que si se observa una anomalía de temperatura inferior a -0,5ºC comparado con los valores normales, se determina evento La Niña. Si los valores se encuentran entre -0,5ºC y 0,5ºC, se lo denomina evento Neutral, o en estado inactivo.

La porción más occidental (cercana a Australia) es la que muestra las temperaturas más elevadas sobre toda la franja central del Pacífico, y en estas últimas semanas ha mostrado un leve incremento de la temperatura. 

Mientras que sobre la sección oriental, próximo a las costas de Perú, se observan las temperaturas más bajas del Pacífico central, y era la zona que mostraba el descenso más significativo durante el otoño y el comienzo del invierno. En ese sector, en las últimas semanas, se ha observado una merma en la tasa de descenso de la temperatura.

¿Cuáles son las proyecciones?

En el análisis actual de la temperatura de la superficie del mar en el Océano Pacífico tropical se observa que los valores se mantienen por debajo de lo normal, aunque sólo por unas décimas de grado. Esto está llevando a la mayoría de los modelos meteorológicos de largo plazo a proyectar un evento La Niña para el período de la primavera.


Proyección del ENSO para los próximos meses según el modelo del servicio meteorológico australiano. Muestra una tendencia a que seguirá enfriándose 
el Pacífico central y pudiendo generarse un evento La Niña a partir de la primavera.


La variación que se ha observado en las últimas semanas, podría significar dos cuestiones a considerar: la probabilidad que el inicio del evento se retrase o que el evento sea de menor intensidad a lo previsto.

Por el momento los modelos siguen insistiendo que durante la primavera comenzaría a gestarse el evento La Niña, y que sería de débil intensidad. Esta previsión se mantiene relativamente estable en los pronósticos realizados desde el otoño, lo que genera un mayor rango de certeza. Pero esto no implica que ya esté todo definido, y tanto el inicio del evento, como su intensidad se irán determinando con el paso de las próximas semanas.

¿Qué impactos podemos esperar?

Típicamente, los eventos La Niña, disminuyen el ingreso normal de humedad a nuestro país, esto lleva a la consecuencia de reducir el volumen de lluvias especialmente en el período estival. 

Las regiones que presentan el mayor impacto se concentran sobre la franja este de Argentina.

El evento La Niña sobre nuestro país suele provocar una disminución en el caudal de precipitaciones durante los meses cálidos

En las proyecciones actuales, los pronósticos están mostrando que las principales consecuencias comenzarían a hacerse sentir a mediados de la primavera, mostrando tendencias de lluvia inferior a lo normal a partir de fines de octubre o comienzos de noviembre y podrían extenderse hasta marzo o abril.

Otro de los aspectos típicos de los eventos La Niña, está relacionado con la variabilidad térmica, ya que en este tipo de casos, la región es más susceptible a cambios bruscos de temperatura, potenciando así, las posibles olas de calor más recurrentes, así como también los ingresos de aire frío, pudiendo generar heladas tardías.

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