Vacaciones en Brasil: el nuevo y tranquilo destino que eligen los argentinos

Se encuentra al norte de Florianópolis y tiene más de 40 playas de aguas calmas y cristalinas. Algunos sitios tienen buena infraestructura y otros conservan su aspecto natural. Se trata de Celso Ramos. Características y sus playas.




Brasil es uno de los destinos elegidos por los argentinos este verano. Su cercanía, sus lindas ciudades, sus playas paradisíacas y sus precios accesibles invitan a cruzar la frontera para llegar al país vecino.


Florianópolis, Fortaleza, Búzios y Bombinhas son algunos de los sitios que cada año copan los argentinos que van en busca de sol, arena y mar. Sin embargo, este año apareció en el mapa un nuevo destino favorito.





Este año sorprendió la elección de un nuevo destino. Se trata de Governador Celso Ramos, que se impone entre los turistas que cruzan la frontera ávidos de sol, playa y arena. Se encuentra hacia el norte de Florianópolis, antes de llegar al acceso para ir a Bombas, Bombinhas, Mariscal o 4 Ilhas.



El viajar es un placer

La distancia entre Paraná y Celso Ramos, es de 1.538 Km. Esto implica un consumo de 155 litros de combustible, aproximadamente, en un auto naftero. Es decir, el costo del traslado para llegar al paradisíaco destino brasilero, sería de unos $130.000.


El tiempo de viaje dependerá de la cantidad de paradas que se hagan en el trayecto. Hay quienes prefieren hacer el viaje en un sólo tirón, y quienes hacen un parate para pernoctar. Sin embargo, el tiempo en ruta está estimado por Google, es de casi 19 horas.



Si se cruza por Corrientes, una noche de descanso y llenar el tanque en Paso de los Libres, antes de cruzar la frontera, permite ahorrar unos pesos. 


Si el tiempo y el cuerpo lo permiten, adentrarse en territorio brasileño y dormir en Alegrete, Rosário do Sul o São Gabriel, le restan horas de viaje al día siguiente. 


Como sea, nunca está de más recordar que no es una carrera, el mar puede esperar y las cervezas en su funda de telgopor siempre estarán frías.



Ubicación privilegiada


Celso Ramos ocupa una península de antojadizos recortes, que conforman una costa con más de 40 playas de distintos tamaños.


Algunas tienen infraestructura adecuada para recibir turistas y otras conservan su aspecto natural. Si bien hay algunas más aptas para los deportes acuáticos, como surf, jet sky o buceo, en general son de aguas cálidas, calmas y cristalinas.



Uno de los tesoros del país carioca es la Playa Palmas que, con sus 3 kilómetros de costa marítima, es la mayor de Celso Ramos. 


Sus aguas son cálidas y cristalinas, sus arenas blancas y finas y es ideal para bañistas, pescadores y para hacer deportes acuáticos. 


Es considerada la más importante por su tamaño, sus características y la infraestructura inmobiliaria. Desde allí se observan con facilidad las islas Grande, das Palmas, Trinta Reis y do Arvoredo.


Palmas es la playa más grande con tres kilómetros de largo y la más desarrollada en oferta inmobiliaria. 
(Foto: Voy de Viaje)

Palmas es la playa más grande, ocupa una zona en plena expansión inmobiliaria y comercial, y es el nuevo lugar elegido por muchos argentinos para veranear. Cerca y con características similares, la Grande es otra de las preferidas por tamaño e infraestructura.


Ahora bien, si la idea es alejarse del ruido y las tonadas conocidas, hay muchas opciones a pocos kilómetros. Si no se cuenta con vehículo propio, el transporte público recorre todo el litoral.


Otras playas y lugaresMencionamos tres playas que comparten algunas características: están rodeadas por morros con espesa vegetación y grandes piedras redondeadas en sus extremos y un mar limpio y cálido que va del verde esmeralda al turquesa.



Tinguá es una playa de aguas calmas ideal para visitar con niños.  (Foto: Voy de Viaje)


Muchos yates y lanchas llegan a la zona y el lugar se transforma en un parque acuático con motos de agua, kayaks, y alfombras flotantes. La oferta comercial se limita a un quiosco y vendedores ambulantes. No se accede en auto, hay playa de estacionamiento sobre la ruta y hay que caminar unos 300 metros.


La playa Sissial no tiene quioscos ni servicios de ningún tipo, es la más salvaje y alejada de todas. Los autos se estacionan al costado de la ruta y para acceder hay que caminar un poco más de un kilómetro con subidas y bajadas pronunciadas. La distancia no parece mucha, pero cargados con sombrilla, reposeras y conservadora se hace larga y pesada. Sin dudas, la mejor. Sus aguas agitadas y cristalinas compensan largamente el esfuerzo para llegar.




Sissial es la playa más alejada y se llega sólo caminando durante más de un kilómetro con subidas y bajadas. (Foto: Voy de Viaje)


Praia das Cordas tiene mar limpio y agitado, con buenas olas para la práctica del surf. Poco concurrida, es ideal para no hacer nada. La infraestructura se reduce a un “chiringuito”, pero las caipiriñas son de las mejores.


Muy cerca de ésta última y de regreso al “cemento”, en la playa de Armação da Piedade no está permitido bañarse, pero los coloridos barquitos de los pescadores son un lindo paisaje para terminar el día. Antes de sentarse a cenar en alguno de los restaurantes frente a la playa, vale la pena conocer la iglesia de Nossa Senhora da Piedade, de 1745, la primera en construirse en Santa Catarina.


En la playa de Armação da Piedade, el disfrute está en observar los coloridos barquitos de los pescadores y conocer la iglesia de Nossa Senhora da Piedade, de 1745. (Foto: Voy de Viaje)


Historia, naturaleza y chapuzón


El paseo en barco que sale desde Baía dos Golfinhos, a 14 kilómetros de Palmas, dura unas tres horas y durante el recorrido se pueden observar delfines en la bahía de São Miguel, visitar durante una hora la fortaleza de Santa Cruz do Anhatomirim y, antes de regresar al puerto, una parada final para nadar en la playa de Magalhães.


El paseo en barco es una alternativa para recorrer distintas playas y observar delfines en la bahía de São Miguel. 
(Foto: Voy de Viaje)


La fortificación en esta pequeña isla rocosa de apenas cuatro hectáreas tiene mucho que contar. 


Para defenderse de las invasiones de otros países, los colonizadores portugueses construyeron cuatro grandes fortalezas, la de Santa Cruz en la isla Anhatomirim fue la primera. 


Luego, durante la Guerra del Paraguay, 1865 a 1870, por estar aislada y ser de difícil escape, cumplió la función de prisión. 


Años más tarde, durante la Revolución Imperialista, fue ocupada por los rebeldes que después fueron detenidos y ejecutados en el lugar.


Ya en el siglo 19, la fortaleza sirvió como sanatorio para enfermedades contagiosas y epidemias. 


Finalmente, en los ´70, la isla fue recuperada y hoy es un área de protección ambiental y la fortaleza, bajo la custodia de la Universidad Federal de Santa Catarina, es uno de los principales atractivos históricos de la zona.

Desde la Fortaleza puede verse la pintoresca playa con barquitos de pescadores y aguas calmas. 
(Foto: Voy de Viaje)


Fuente: (VoydeViaje-Cadena3)

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