Caso Loan: de trata a secuestros parentales, los principales motivos detrás de la desaparición de menores en la Argentina

La presidenta de la ONG Missing Children Argentina repasa en diálogo con LA NACION las causas más frecuentes por las que se pierde el paradero de niños, niñas y adolescentes.





¿Cuántos menores de edad siguen aún perdidos en la Argentina? ¿Cuáles suelen ser las causas? ¿Alguien los está buscando? La desaparición de Loan Danilo Peña, de 5 años, en la provincia de Corrientes, volvió a abrir una enorme cantidad de interrogantes alrededor de estos hechos. Según la organización Missing Children, en el país hay 112 chicos y chicas que todavía no fueron encontrados, mientras que las cifras oficiales no ofrecen un panorama certero.


Ana Rosa Llobet, presidenta de Missing Children Argentina, señala que los motivos por los que niños, niñas y adolescentes desaparecen son variados, desde secuestros parentales, huidas voluntarias del hogar –que luego pueden derivar en el ingreso a redes de trata– o incluso menores que murieron y fueron enterrados como NN porque no hay un cruce de información entre las dependencias del Estado.


Llobet cree que el factor fundamental para que un caso tome relevancia mediática es el Alerta Sofía. Señala que cuando no se activa o se enciende tarde, la posibilidad de encontrarlos disminuye, aunque a la vez destaca la importancia de reservarlo para situaciones de extrema gravedad.



Ana Rosa Llobet, presidente de Missing Children Argentina


Hasta el momento, no hay rastros de Loan peña desde el 13 de junio y seis personas fueron detenidas, la mayoría de ellos por el delito de sustracción de menores.


Ayer, un nuevo giro en el caso volvió a poner en vilo al país. Sin embargo, hay decenas de casos similares que nunca trascendieron.


Un ejemplo reciente es la desaparición de Jéssica Beatriz Fabiana Siemsen Calderón. Ella tiene una discapacidad y no la encuentran desde el 24 de mayo de 2023, cuando tenía 18 años. Fue vista por última vez en José C. Paz., provincia de Buenos Aires.


“En la página de Missing Children hay varios casos del año pasado que no tuvieron ninguna repercusión mediática y los chicos no han sido encontrados. 


Yo quiero señalar en particular el caso de Jéssica Beatriz Fabiana Siemsen Calderón, es una chica con una discapacidad y corre especial peligro, su madre no sabe nada de ella desde mayo de 2023. 


Después tenemos casos de hace un par de años que siguen sin aparecer, como el caso de David Capli, de Misiones, o el de Joel Villafuente Sardinas, de La Rioja, son casos que no han tenido ningún tipo de repercusión y son chicos que hace dos o tres años que faltan de su casa.


No obstante, el 95% de los chicos perdidos son encontrados rápidamente”, detalla Llobet, titular de Missing Children, ONG que se sostiene únicamente gracias al trabajo voluntario de 18 personas, siete de las cuales –entre ellas, Llobet– viven en Bahía Blanca.


El Alerta Sofía, como se dijo, puede marcar la diferencia. Lleva el nombre de Sofía Herrera, la niña desaparecida hace 14 años en un camping en Tierra del Fuego. 


Este alerta difunde la cara del niño, niña o adolescente en celulares, medios de comunicación, mails y redes sociales de todo el país y pone en marcha el trabajo articulado de las fuerzas federales. 


Se activa cuando pasaron menos de 72 horas de la desaparición de un menor de edad y se comprueba que puede estar frente a un “alto riesgo inminente”.



María Noguera, la madre de Loan Peña


Algunas de las situaciones que se enmarcan dentro de esta condición son que haya presencia de adultos relacionados con la desaparición, que el o la menor necesite un medicamento, tenga alguna discapacidad grave o que exista un trasfondo de violencia, entre otras.


Hasta el momento, desde su creación en 2018 se activó solo cinco veces. La primera fue en 2019 para dar con el paradero de Abril, una niña desaparecida en Punta Indio, en la provincia de Buenos Aires; ella apareció seis días después en la casa de una vecina. 


En 2021 se activó por “M”, de 7 años, que vivía en el barrio porteño de Villa Lugano en situación de calle. Las autoridades la encontraron días después y su secuestrador, Carlos Savanz, fue condenado a 22 años de prisión. 


En junio de ese mismo año desapareció Guadalupe Lucero, de 5 años, en San Luis, un caso todavía irresuelto. 


Mientras que en 2023 se volvió a activar por una beba que fue sustraída a solo 24 horas de su nacimiento en un hospital de Tartagal, Salta; al día siguiente la hallaron en un baldío.


“Obviamente el gran motivo por el que un caso adquiere relevancia mediática es por el Alerta Sofía. 


Además hay casos que se convierten en mediáticos por el misterio que generan y la impotencia de no poder explicar qué pasó. 


Esos chicos que se pierden y uno no entiende cómo puede ser si estaban con la familia. 


El caso de Loan es muy similar al caso de Guadalupe Lucero, que estaba con sus hermanitos y sus amigos jugando y desapareció misteriosamente”, agrega Llobet.



La presidenta de Missing Children Argentina, Ana Rosa Llobet (centro), junto a dos voluntarios de la organización


“Es difícil pensar en hipótesis acerca de los 112 chicos que nosotros registramos como perdidos. Por lo pronto, muchos de esos son secuestros parentales, o sea que están con alguno de sus progenitores y no son casos de trata. 


Otros se han ido voluntariamente y no sabemos si después han sido captados por alguna red. En realidad, al no tener la respuesta de qué fue lo que pasó con ellos, cualquier hipótesis es solo eso, una hipótesis. 


Tampoco podemos descartar que hayan sido robados con fines de adopción, o que los haya matado y luego escondieron su cuerpo. 


No me gusta decirlo así, pero entiendo que muchos de esos chicos pueden no estar vivos. 


Por ejemplo, ocurrió con una chica que apareció hace un mes que estaba enterrada como NN. Había fallecido al día siguiente de su desaparición en un accidente ferroviario y no hubo entrecruzamiento de datos. 


Tardaron cinco años en darse cuenta de que era una de las chicas que buscábamos”, explica Llobet.


Missing Children Argentina es hoy un recurso sobre el que se apoyan comisarías, juzgados, fiscalías y hasta el propio Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y Extraviadas (Sifebu) para difundir la búsqueda un niño, una niña o un adolescente. 


Actualmente no existe un número oficial que sea certero sobre la cantidad de personas efectivamente desaparecidas en la Argentina. 


A partir de un pedido de acceso a la información hecho y analizado por LA NACION Data, en abril de 2023 el Sifebu tenía 21.894 búsquedas vigentes a ese momento. 


De este total, más de la mitad (11.493) buscaban a menores. Sin embargo, una porción de esas búsquedas fueron resueltas y no se dieron de baja del registro por distintas razones: a veces, porque la persona aparece y la Justicia no se entera.


“Muchas causas están abiertas, pero no es activa la búsqueda por parte de las autoridades cuando pasa mucho tiempo. 


Los únicos que averiguan son las familias. Por eso, para nosotros es importante que sepan que nosotros seguimos buscando y publicando las fotos. 


Ninguna búsqueda debe terminar sin tener una respuesta sobre el paradero del niño”, subraya Llobet.



Fuente: La Nación

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