GENERAR RESILIENCIA FRENTE A LA INCERTIDUMBRE

El enfoque multifacético de la AIF para la preparación ante las crisis salva vidas. Los devastadores impactos de los ciclones tropicales Idai y Eloisa se tradujeron en graves inundaciones en los campos agrícolas de Sofala Buzi, Mozambique.






Cada año se registran más de 400 desastres naturales en todo el mundo, poniendo en peligro a millones de personas, especialmente aquellas que viven en países que reciben asistencia de la Asociación Internacional de Fomento (AIF). 

En 2023, éstas catástrofes provocaron pérdidas abrumadoras de USD 250 000 millones y cobraron 74 000 vidas a nivel mundial. 

Las graves tormentas regionales fueron responsables del 76 % de las pérdidas económicas. 

Además, se espera que el inminente cambio climático desencadene fenómenos meteorológicos aún más destructivos en las regiones costeras de todo el mundo, lo que pone de relieve cuán urgente es la situación.

Definir qué es un desastre es complicado, ya que existen numerosas descripciones formales. La definición, según el diccionario RAE, es “Desgracia grande, suceso infeliz y lamentable”.

Los desastres pueden ser de origen natural (por ej., terremotos, erupciones volcánicas, huracanes, inundaciones) y provocados por el hombre (por ej., guerras, cambio climático, accidentes). Si existe preparación, los peligros naturales no tienen por qué transformarse en eventos catastróficos.

La exitosa resiliencia de Mozambique frente al ciclón Freddy es un modelo convincente derivado de las enseñanzas extraídas y aplicadas después del ciclón Idai en 2019. 

El 5 de febrero de 2023, una pequeña perturbación meteorológica frente a las costas del noroeste de Australia se convirtió en el ciclón Freddy, el ciclón tropical de más larga duración de la historia. 

Se desplazó 8.046 kilómetros a través del océano Índico y azotó el sur de Mozambique casi tres semanas después.

El 24 de febrero de 2023, Avelino Binda, un pescador de Inhambane, una provincia del sur de Mozambique, se alistaba para salir al mar como de costumbre cuando recibió una alerta sobre la llegada de una inminente tormenta.

La población aún recordaba muy bien la devastación causada por el ciclón Idai (i). Con la ayuda de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), Mozambique desarrolló un nuevo sistema de alerta temprana (i) para rastrear y minimizar los posibles peligros, y el país pudo actuar con prontitud y salvar vidas. 

Este sistema de alerta temprana permitió a Avelino y a las comunidades prepararse y encontrar refugio rápidamente.

Pasar de la respuesta a la resiliencia

Luego, el ciclón Freddy se fortaleció y volvió a azotar Mozambique y Malawi el 11 de marzo de 2023, causando inundaciones devastadoras producto de las fuertes lluvias y mareas de tormenta. 

Desafortunadamente, este ciclón provocó más de 1000 muertes y desplazó a cientos de miles de personas en Malawi. 

La AIF reorientó el financiamiento destinado a ayuda esencial, y en una evaluación de las necesidades posteriores al desastre se calculó que los daños ascendieron a USD 600 millones y las necesidades de recuperación a USD 700 millones. 

Con la vista puesta en el largo plazo, la AIF está preparando un programa integral de resiliencia y respuesta a crisis (i) para ayudar a Malawi a ampliar el trabajo esencial relacionado con los paisajes degradados.


¿Cómo aborda la AIF la preparación para las crisis?




En el mundo incierto de hoy, donde las personas —especialmente en muchos países clientes de la AIF— están expuestas al riesgo de fenómenos climáticos extremos, pandemias, conflictos y violencia, es crucial estar preparados para las crisis.

La AIF considera que la preparación para hacer frente a las crisis es una prioridad en materia de políticas, con el objetivo de lograr que los países comprendan mejor los riesgos de crisis esenciales y fortalecer su capacidad de gestión de una serie de conmociones. 

Con este fin, la AIF ofrece un amplio conjunto de herramientas para ayudar a los países a gestionar sus riesgos de crisis. Este cubre diversos tipos de crisis en varias fases de la aparición del riesgo, desde el fortalecimiento de la resiliencia hasta las intervenciones posteriores a crisis.

Una herramienta importante que utiliza la AIF es el Servicio de Respuesta ante las Crisis (SRC), que proporciona, como último recurso, financiamiento adicional a los países clientes de la AIF para abordar los impactos de los desastres naturales graves, las emergencias de salud pública y las crisis económicas. 

La AIF también utiliza el financiamiento para respuestas tempranas (FRT) en caso de acontecimientos menores que pueden convertirse en crisis mayores, pero que aún se encuentran en las primeras fases. Este financiamiento constituye un apoyo inmediato y promueve la resiliencia, un aspecto vital de la gestión de desastres a largo plazo.

Si bien es imposible prevenir todas las crisis, la AIF adopta un enfoque integral e intersectorial para fortalecer los sistemas y las instituciones.

Las herramientas específicas para crisis, como la opción de giro diferido en caso de catástrofe (PDF, en inglés), promueven los debates sobre políticas y las reformas en materia de resiliencia. La AIF destina el financiamiento de proyectos no utilizado a la respuesta a las crisis aplicando los componentes contingentes de respuesta ante emergencias (CCRE) (PDF, en inglés). 

Estas herramientas constituyen financiamiento acordado en forma anticipada al que los países pueden acceder rápidamente en caso de que ocurra un desastre.


Fuente: https://www.bancomundial.org/es

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