La parada en boxes del Gran Cañón es ahora un auténtico punto de encuentro

Flagstaff ocupa el puesto número 6 de la lista gracias a sus cielos oscuros, sus impresionantes alrededores y sus aventuras al aire libre.

Durante años, Flagstaff era un lugar por el que se pasaba de camino al Gran Cañón o siguiendo la Ruta 66 hacia la costa de California. A menos que se necesitara gasolina o una comida rápida, no había muchas razones para detenerse.

Sin embargo, de a poco, pero con seguridad, la ciudad del norte de Arizona se ha transformado en un destino vacacional por derecho propio. Flagstaff sigue siendo una puerta de entrada al Gran Cañón y otras maravillas naturales. Pero desde principios de siglo, se ha convertido en algo más que una simple parada.

Más de las mejores ciudades de Estados Unidos para visitar en 2024

1. Richmond, Virginia

2. Providencia, Rhode Island

3. Tacoma, Washington

4. Portland, Maine

5. San Luis Obispo, California

Hoy en día, existen múltiples razones para quedarse en una ciudad rodeada por el bosque de pinos ponderosa más grande del mundo, al pie de los picos nevados de San Francisco.

En marcado contraste con las ciudades desérticas del sur de Arizona, Flagstaff ofrece temperaturas más frescas, aire fresco de montaña y una creciente reputación por sus actividades al aire libre, que van desde el esquí en invierno hasta el senderismo, el ciclismo y el trail running en verano.

El renacimiento del centro de Flagstaff trajo nueva vida a sus viejos edificios de ladrillo en forma de nuevos y modernos lugares para comer, beber y dormir.

Con el Observatorio Lowell a la vanguardia, la ciudad se ha convertido en un centro de investigación científica y fue nombrada oficialmente la primera “Ciudad Internacional de Cielo Oscuro” del mundo en 2001.

Mientras tanto, la Universidad del Norte de Arizona mejoró su nivel atlético y académico, atrayendo aún más atención y visitantes a un lugar considerado un lugar atrasado durante muchas décadas.

Con alrededor de 76.000 habitantes, Flagstaff ya no es una ciudad pequeña. Sin embargo, su ambiente no es precisamente el de una gran ciudad. Algunas de las primeras cosas que se notan (un ritmo más lento, el aire boscoso y un cielo nocturno repleto de estrellas) están más o menos ausentes en las áreas urbanas más grandes.

Cielos espectaculares

La universidad fue lo que atrajo a la artista cerámica local Robin Cadigan a la ciudad, pero pronto se enamoró de los espacios abiertos de Flagstaff, el estilo de vida activo y la floreciente comunidad creativa.

“Mucha gente se muda aquí por el paisaje y la belleza natural, el acceso a senderos y montañas y el Gran Cañón”, dice Cadigan, quien creció en Maine.

“Aquí hay más de 300 días de sol al año. Y es un lugar maravilloso para criar una familia, especialmente si te gusta hacer actividades al aire libre con tus hijos. ¡Me encanta pasar tiempo junto a los árboles!”, sonríe radiante. (Puede que los días soleados se queden un poco por debajo de los 300 , pero no por mucho).

Cadigan menciona el Observatorio Lowell como un lugar que visita a menudo con sus dos hijos para campamentos de verano basados ​​en la ciencia o programas de astronomía únicos dirigidos a lugareños y visitantes de fuera de la ciudad.

Además de recorridos, exhibiciones, observación de estrellas y la oportunidad de mirar a través de telescopios históricos, el observatorio que descubrió Plutón en 1930 abrirá este otoño el nuevo Centro de Descubrimiento Astronómico (ADC) de la Fundación Marley.

El ADC, uno de los centros astronómicos más avanzados del planeta, contará con un teatro de última generación con pantalla envolvente y una zona de curiosidades para niños. 

También tendrá el primer planetario de cielo oscuro del mundo en el piso superior: un área de observación sin techo con asientos tipo teatro donde los visitantes pueden mirar directamente al cielo mientras un astrónomo explica lo que están viendo.

Pero esa no es la única conexión de Flagstaff con el espacio exterior. El cráter del meteorito muestra el impacto de un meteorito que se estrelló contra la superficie de la Tierra hace unos 50.000 años, justo al este de la ciudad.

Un guía explica a los visitantes del Observatorio Lowell la existencia del Pluto Discovery Dome, que fue descubierto en el observatorio el 18 de febrero de 1930. Foto de archivo de Jim West/Alamy

El Festival de Ciencias de Flagstaff, de 10 días de duración y celebrado en septiembre, suele contar con la presencia de oradores del legado lunar de la ciudad, incluidos científicos del Centro de Ciencias de Astrogeología del USGS, que ayudó a diseñar el Lunar Rover y a mapear la superficie de la luna y los planetas de nuestro sistema solar.

Buffalo Park, en la mesa detrás del Centro de Ciencias Astrogeológicas, es uno de los mejores lugares de la ciudad para observar las estrellas y un lugar para fiestas de estrellas organizadas por la Flagstaff Dark Skies Coalition.

A pesar de su reputación paradisíaca, fueron los acontecimientos que sucedieron en el terreno los que realmente impulsaron el surgimiento de Flagstaff como un destino turístico genuino.

El renacimiento del centro de Flagstaff

Hubo un tiempo en que el centro de Flagstaff albergaba restaurantes y bares que atendían principalmente a los lugareños que trabajaban en las industrias maderera y ganadera, pero no a los estudiantes ni a los turistas. En los años 90, incluso los vaqueros y los leñadores habían dejado de venir.

Afortunadamente, muchas de las antiguas estructuras de ladrillo rojo estaban incluidas en el Registro Nacional de Lugares Históricos, por lo que no se podían derribar y estaban listas para su transformación en las tiendas, restaurantes y lugares de ocio de la actualidad.

Inspirándose en los edificios históricos, se han instalado nuevas aceras de ladrillo rojo y señales de calle y farolas de estilo antiguo.

En el centro de la ciudad, un solar que antes estaba vacío se ha transformado en Heritage Square , una “sala de estar comunitaria” que alberga eventos en un anfiteatro con capacidad para 1200 personas y exhibe exposiciones sobre la historia, la biología, la geología y la antropología de la ciudad. 

Desde películas y conciertos al aire libre en verano hasta el Festival del Libro del Norte de Arizona en primavera y el Festival de Música de Flagstaff en otoño, la plaza alberga decenas de eventos durante todo el año.

Otro punto de apoyo del revitalizado centro de Flagstaff es el Teatro Orpheum . Inaugurado en 1916, el teatro y el cine cayeron en el mismo estado de deterioro que el resto del barrio, pero se salvaron de la demolición y se revitalizaron a principios del siglo XXI para albergar una amplia gama de películas y espectáculos en vivo.

Otro edificio hereditario, con un techo de hojalata prensada original de 1888 y una fachada de arenisca, alberga Babbitts Backcountry Outfitters , donde cualquiera que se dirija a los grandes espacios al aire libre alrededor de Flagstaff puede comprar o alquilar equipo.

Una novedad en el centro de la ciudad es Planet Science , que aprovecha la escena astroturística de la ciudad con productos como fragmentos de meteoritos, artículos promocionales de la NASA y maquetas de naves espaciales. 

Las tiendas de ropa vintage, las boutiques de moda y las galerías de arte occidental también pueblan el revitalizado centro de la ciudad.

El restaurante del centro de la ciudad, Atria, presenta ingredientes de temporada del norte de Arizona. Debby Wolvos/Cortesía de Discover Flagstaff

Un cambio culinario

La escena gastronómica local también ha cambiado el guión.

Dara Wong, chef y propietaria de Shift Kitchen & Bar y Oeno Wine Lounge (y otra graduada de NAU), dice que los restaurantes del centro de Flagstaff eran “muy especializados en carne y patatas hace unos 10 años” cuando Shift debutó. 

“Pensé que era hora de ofrecer un poco más de gastronomía refinada: platos pequeños y combinaciones de sabores únicos utilizando productos locales”.

¿Estaban los comensales locales preparados para un cambio tan drástico? 

“Como cualquier negocio nuevo”, dice Wong, “tardó un poco, pero definitivamente conseguimos algunos clientes habituales maravillosos desde el principio y diría que fue una tendencia muy acertada”.

Esa tendencia ha traído una amplia variedad de restaurantes al centro de la ciudad y al barrio de Southside, al otro lado de las vías del tren. 

Entre los más comentados se encuentran el moderno restaurante estadounidense Atria , FLG Terroir: Wine Bar & Bistro y Beaver Street Brewery & Whistle Stop Café. 

Este último es una de las ocho paradas de la ruta de las cervecerías de Flagstaff que destaca a los principales productores de cerveza artesanal de la ciudad.

La escena al aire libre

La ubicación de la ciudad en medio del Bosque Nacional Coconino y cerca de la base de los Picos de San Francisco significa que ofrece oportunidades de aventuras al aire libre para todas las estaciones y casi todos los niveles de condición física.

“No es raro ver a corredores profesionales venir aquí a entrenar debido a la altitud y al acceso a diferentes tipos de terreno”, dice el fotógrafo local y corredor de senderos Austin Corbett.

Pero no es necesario ser un atleta profesional o competitivo para recorrer los numerosos senderos que parten de Flagstaff.

El sistema de senderos urbanos de Flagstaff (FUTS, por sus siglas en inglés) , en constante expansión, se extiende a lo largo de 90 kilómetros a través de bosques, campos y cañones. Recorrer muchas de las secciones del sendero circular de Flagstaff que rodea la ciudad lleva solo una o dos horas.

Una parte del sendero de larga distancia Arizona Trail serpentea por el centro de la ciudad en su camino desde la frontera mexicana hasta el Gran Cañón y más allá. Las tres secciones alrededor de Flagstaff son largas (se tarda unas cinco horas en caminar en promedio), pero no son especialmente desafiantes.

El pico Humphreys es el epicentro de los deportes de invierno en Flagstaff. O más específicamente, el Arizona Snowbowl en el Bosque Nacional Coconino, en el lado oeste de la montaña.

El área de esquí cuenta con 55 pistas, tres terrain parks y ocho remontes, incluido un teleférico cubierto. El complejo, que se encuentra a 3500 metros de altura, registró 7 metros de nieve en la temporada 2023-24.

Dary Sky City: Flagstaff se convirtió en la primera Ciudad Internacional de Cielo Oscuro del mundo en 2001. 

Buffalo Park es uno de los mejores lugares de la ciudad para observar las estrellas. Cortesía de Discover Flagstaff

Flagstaff, Arizona: n.° 6 en la lista de las mejores ciudades de Estados Unidos para visitar

'Vivir en el cielo'

Humphreys, que se alza al norte de Flagstaff, es la cumbre más alta de las que componen la montaña de San Francisco, más comúnmente llamada pico de San Francisco. 

Además de sus funciones paisajísticas y recreativas, la montaña es venerada por grupos nativos americanos, incluidos los pueblos navajo, hopi, zuni y apache del norte de Arizona.

“Al haber crecido en esta zona, los picos de San Francisco —Dook ʼ o ʼ oosłííd , como los llamamos en navajo— son una de las cuatro montañas sagradas para el pueblo navajo. 

Y estar aquí, en esta zona, al pie de esta montaña, es literalmente vivir en el cielo”, dice Darrell R. Marks, activista comunitario, educador y mentor de nativos americanos en dos escuelas secundarias de Flagstaff.

Marks, ganador del Premio JFK Profile in Courage 2021, trabajó con sus hijos adolescentes para solicitar al gobierno estatal que cambiara el nombre de Agassiz Peak a Öo'mawki , su nombre hopi, un cambio que fue aprobado por los funcionarios de Arizona el año pasado. 

Como miembro de la Comisión Indígena de la ciudad, Marks aboga por el desarrollo de centros culturales para albergar "eventos públicos que celebren la cultura, la identidad, la voz y la presencia indígenas y compartan esas narrativas de lo importante que es esta área para nosotros".

Por el momento, dice que la mejor manera para que los visitantes se conecten con la cultura nativa americana local es asistiendo al Flagstaff High School Powwow en mayo, que cuenta con más de 250 bailarines y percusionistas, o visitando las numerosas exhibiciones de nativos americanos en el Museo del Norte de Arizona de la ciudad .

“Antes de organizar las exposiciones”, dice Marks, el museo “consulta con las tribus, las invita al espacio y les pide que ayuden a organizar lo que debe estar presente. Han hecho un muy buen trabajo”.

Justo en las afueras de Flagstaff hay dos importantes sitios ancestrales de los pueblos: las viviendas en los acantilados de los siglos XII y XIII del Monumento Nacional Walnut Canyon y los pueblos del siglo XII del Monumento Nacional Wupatki .

"Hay mucho que celebrar en este espacio", dice Marks sobre su ciudad natal.

“La variación es una de las cosas que más me sorprende. En un lado de la ciudad puede estar nevando y en el otro puede estar soleado. 

Y hay que conducir una corta distancia para pasar de los bosques al Desierto Pintado y a los pastizales con antílopes americanos y el Cañón Oak Creek. Es sorprendente cómo cambia el paisaje en tan solo un par de millas”.

Fuente: CNN