El Gobierno consiguió quórum y avanza en Diputados para suspender las PASO
Llegó el Día D de las sesiones extraordinarias de Javier Milei: este jueves La Libertad Avanza buscará aprobar la suspensión de las PASO y hundir así cualquier pretensión de negociación electoral de igual a igual de Mauricio Macri con el triángulo de hierro de la Casa Rosada. Tras el operativo desesperado para dictaminar el proyecto hace un par de días, el oficialismo puede respirar con mayor tranquilidad: el número sigue finito, pero Martín Menem obtuvo quórum ayudado del Pro, las fuerzas provinciales y un sector del radicalismo.
La prueba de fuego fue el martes, cuando LLA logró dictaminar la suspensión de las PASO luego de casi cuatro horas de sufrimiento.
No había sido fácil: el oficialismo tuvo que articular un operativo desesperado, con intervención de Martín Menem y funcionarios de Casa Rosada, para lograr juntar las 58 firmas necesarias.
Finalmente, sin embargo, lo lograron a fuerza de romper al peronismo y el radicalismo, en un anticipo de dónde buscarán conseguir el número para el quórum este jueves.
Los votos dónde están
El problema del Gobierno nacional es que si bien hay una mayoría de diputados opositores que están dispuestos a suspender las PASO, ninguno quiere ser el primero en sentarse a darle quórum a Milei.
Este fenómeno se vio el martes, cuando Menem tuvo que transpirar para poder conseguir las firmas del dictamen.
El día del plenario de comisiones, la expectativa de Menem y Gabriel Bornoroni era que, con el PRO, las fuerzas provinciales, una parte del radicalismo y el cordobesismo de Martín Llaryora, el oficialismo pudiera conseguir el número para dar el trámite express que deseaba Milei.
Pero la resistencia de una parte del radicalismo y del pichettismo de Encuentro Federal terminó obligando al Gobierno a tener que levantar el teléfono y convocar refuerzos: los gobernadores peronistas.
El objetivo para la sesión, en cambio, es arribar con un poco más de aire.
Cuenta con el apoyo del PRO, a pesar de que la suspensión de las PASO (si eventualmente Diputados aprueba tal propuesta y el Senado la convalida) deja en manos de Karina Milei el armado de las listas y elimina cualquier posibilidad de ir a una interna con LLA que le permita mantener al PRO cierta autonomía.
La decisión de Jorge Macri de desdoblar las elecciones y suspender las PASO en la Ciudad de Buenos Aires había cerrado la puerta a cualquier debate: si el PRO acompañaba en la Legislatura porteña, lo mismo tendría que hacer en el Congreso nacional.
Sus grandes aliados, los que están más convencidos de suspender las PASO, serán las fuerzas provinciales.
Los misioneros, salteños y rionegrinos de Innovación Federal colaborarán con el quórum, así también como los santacruceños y los tucumanos de Osvaldo Jaldo.
Los cuatro cordobeses de Martín Llaryora también acompañarán, y es probable que se sumen otros cuatro compañeros de bloque de Encuentro Federal (EF).
El resto del pichettismo de EF aguarda noticias de Menem, a quien esperan hacer sufrir antes de decidirse a bajar a dar quórum.
Son pocos los que se oponen abiertamente a la suspensión de las PASO, como Ricardo López Murphy. El resto de los ex Juntos por el Cambio —como Nicolás Massot, Emilio Monzó u Oscar Agost Carreño— no terminan de definir si les conviene o no estratégicamente la eliminación de las PASO.
Muchos están trabajando para armar un espacio de centro en la Provincia de Buenos Aires y especulan que, de mínima, la eliminación de las PASO les dará más tiempo para conversar y cerrar las listas.
La novedad con respecto al martes es que, a diferencia de lo sucedido en el plenario de comisiones, este jueves la mayoría del radicalismo está dispuesto a dar quórum.
En el caso de la UCR más mileísta, que eran quienes se oponían con más fiereza a suprimir esta herramienta electoral —ya que su ausencia deja a quienes quieren ir en la misma lista que LLA a merced de la buena voluntad de Karina—, se definió que se daría quórum.
Habrá unas pocas ausencias —Martín Tetaz, por ejemplo, está en contra de la supresión de las PASO—, pero la mayoría se sentará. La conversación de Casa Rosada con el gobernador mendocino Alfredo Cornejo terminó de sosegar algunos enojos.
También dará quórum el radicalismo díscolo de Democracia Para Siempre, que lidera Pablo Juliano. DPS se había a resistido a firmar dictamen el martes, pero esta vez anticipa que colaborará para que se apruebe la reforma electoral: a la mayoría le conviene evitar el efecto ballotage que se produce muchas veces en las elecciones generales cuando antes hay una PASO.
“Se evita así el efecto pérdida de votos entre agosto y octubre que sufren las terceras o cuartas fuerzas”, explican.
Pero los radicales más opositores a Milei, al igual que los pichettistas, no quieren ser los primeros en sentarse a dar quórum. Esperarán a ver como el oficialismo consigue el número. Y ahí entra en escena el tercer actor, el que se siente más incómodo prestándose al debate del oficialismo: el peronismo.
Los gobernadores peronistas
El martes, cuando al Gobierno le faltaba el número, fueron los gobernadores de Catamarca, Raúl Jalil, y de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, quienes terminaron torciendo el escenario en favor del oficialismo.
Su respaldo a la suspensión de las PASO no era una novedad —todos los gobernadores peronistas quieren eliminarlas hace años—, pero fue una sorpresa para la conducción de UxP porque se había acordado en el bloque que no darían quórum ni se prestarían al dictamen.
La incógnita en el bloque, que se reunirá el jueves por la mañana, es si los gobernadores se prestarán también a dar quórum.
Los diputados catamarqueños y santiagueños no anticiparon postura, pero la mayoría de sus compañeros de bancada sospechan que sí.
“El Gobierno ya tiene el quórum asegurado”, afirma un diputado norteño de UxP, que anticipa que los pampeanos que responden a Sergio Ziliotto, así como los formoseños de Gildo Insfran, también podrían acompañar.
El verdadero desafío del Gobierno es conseguir los 129 para el quórum.
Con el compromiso de las dos UCR, del PRO, los partidos provinciales, parte del pichettismo y la confianza de que, de necesitar que intervengan, bajarán los siete diputados que responden a Zamora o los cuatro que responden a Jalil, el oficialismo espera llegar más cómodo el jueves al mediodía.
Pero el número es finito y Menem, por si acaso, seguía llamando diputados para porotear hasta tarde a la noche.
Fuente: elDiarioAr
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